El paciente
transparente
La salud a la carta
es un negocio imparable toda una revolución de la sanidad, han descubierto una
mina de oro en los datos médicos que cedemos a través de la salud inalámbrica,
pulseras energéticas, relojes inteligentes, ropa deportiva inteligente, teléfonos
móviles, tatuaje digital, microchips, marcapasos, se han convertido en el
caballo de Troya (grandes datos humanos)
Contabilizan las
calorías digeridas, las horas que dormimos, nuestro ritmo cardíaco, la glucosa,
las veces que nos desvelamos, los pasos que damos en un día, sincronizado todo
esto a un dispositivo inalámbrico que nos tienen geo localizados. Controlan
nuestra temperatura corporal, y más información según la aplicación a
descargar,
Todo un negocio para
las grandes empresas incluyendo a las farmacéuticas, las aseguradoras,, etc.
Estos dispositivos están causando el deterioro de nuestro sistema inmune y
nervioso, alterando y modificando nuestras células y así manifestando
alteraciones en nuestro organismo. Es tanta la dependencia a estos dispositivos
que sin ellos no salimos a realizar ningún ejercicio, en realidad la persona
portadora es también receptora de las ondas electromagnéticas. Se calcula que
el 5% de la población española padece dolencias de origen inexplicables. Estas son avisos de que algo
no funciona bien en nuestro organismo, alteraciones en el sueño, cansancio, mal
estar, dolor de cabeza, etc. No paramos a pensar el porqué. Menos imaginar que
un producto para el desarrollo físico es el causante de dichas dolencias conocidas
como idiopáticas, que en su formato real
se llaman enfermedades ambientales. Aquí empieza a ponerse en marcha el
mecanismo de hacer dinero con la salud,. Es sin duda, uno de los negocios más
rentable del mundo. Ya no se trata del machaca musculitos del gimnasio de salir
a correr, simplemente es una moda de comodidad a una dependencia acompañada de tendencia,
que suponen miles de millones de € en
beneficios para las farmacéuticas para tratar los síntomas, Para ello, la
elaboración de un protocolo redactado por ellas
mismas para el tratamiento de estas dolencias y
poniendo a la venta un arsenal de medicamentos que sirven para mejorar
nuestra salud, o para que sigan
lucrándose los gigantes de la industria.
Corazones a todo
ritmo a través de los auriculares que sirven para escuchar música, alteran el ritmo cardíaco. No nos damos
cuenta, porque estamos tan inmersos en tener lo último en tecnología, que el
mercado de los nuevos dispositivos
relacionados con la salud y el deporte generan millones de beneficios en
ventas de todo el mundo. El concepto de
la sanidad se encuentra ante una revolución, la salud es la gran apuesta de la industria,
empeñados en mantenernos con vida el mayor
tiempo posible y de la mejor forma existente, Larry Page fundador de Google
creó (CALICO) ¡LA CPOMPAÑIA QUE CURA LA MUERTE! El grupo de
Google ha anunciado su colaboración con la farmacéutica (Sanofi) para analizar
los niveles de glucosa a través de unas lentes de contacto que mandan
información a tiempo real y remota a un dispositivo inalámbrico. Las personas
con enfermedades crónicas no son buenos socios ni aliados de las aseguradoras y
mutuas médicas, siendo muy rentables las personas activas que suelen gozar de
buena salud y gracias a las pulseras energéticas y los dispositivos existen
caudales de información y datos muy valiosos que todas las aseguradoras
persiguen con el máximo interés. La adquisición de las pulseras energéticas las
encontramos en los supermercados en los envases de cereales como regalo y en
muchos otros productos relacionados con la alimentación saludable energética para el deportista y el resto de personas.
Acondicionados a una
mejor salud, esta es la cara positiva que dibujan las empresas de este nuevo
mundo digital, una medicina personalizada “a la carta” para cada paciente.
Siemens está creando
una red para intercomunicar sus aparatos de rayos X y tomógrafos de todo el
mundo. IBM también quiere participar con nuevas herramientas para analizar
grandes volúmenes de datos e informes oncológicos, etc., Esto es el principio de lo que se puede
llamar “el paciente transparente”, cuando se generalice el Internet de las
cosas, millones de gadgets más para
descargar en las llamadas ciudades inteligentes, En 2020 la híper conectividad
desatará un crecimiento exponencial de los nuevos datos, ya existen los
asientos para automóviles que miden las
constantes vitales de los conductores, los cepillos de dientes, las
lentes de contacto y los aerosoles para el asma están mutando en
suministradores de datos. Pueden registrar el estado de la flora bucal, el
nivel de azúcar en el líquido lacrimal, y trasmitir estos datos y almacenarlos
en la nube para que las grandes empresas puedan descargarlos. Estos datos son
la mina de oro. En España axa, satinas, Nestlé, etc. Regalan pulseras da
actividad deportiva como parte promocional
y realizan estudios, estadísticas de nuestra salud y en base a ello,
calculan los porcentajes de beneficios,
precios y servicios hacia nuestra salud, parecido a lo que aplican las
aseguradoras de automóvil. Las bondades de la híper conectividad son
innegables, los pacientes en lugares remotos se comunican con su doctor atreves
de Skype. ¿Pero somos conscientes las personas de los riesgos de nuestra
privacidad? Todos los datos están en manos de ser utilizados sin nuestro consentimiento, sin
embargo estos “juguetes” tienen poco de inocentes, en la actualidad
ya hay millones de apps relacionados con el deporte y la salud
disponibles para descargar y que registran de forma obsesiva, nuestros datos de salud, calidad de vida,
hábitos, y un sinfín de datos más,
Los datos médicos
son muy codiciados por los hackers, se pagan por ellos diez veces más que por
los datos de las tarjetas de crédito o débito, dando un paso más a nuestra vulnerabilidad en
concepto de que en un solo clic se puedan modificar y alterar marcapasos y
otros dispositivos implantados en nuestro cuerpo en forma de prótesis, pudiendo
llegar a producir alteraciones severas en nuestra salud por la alteración en la
comunicación intercelular. Siempre habrá gente que le encontrara utilidad a la
cuantificación, pero siempre habrá gente que dirá que la cuantificación nos convierten en
cosas, nos hacen perder de vista nuestro yo “cualificado” poniéndonos a
exposición de las farmacéuticas. No somos robots, tampoco atletas olímpicos y
la efervescencia del efecto estimulante termina pasándose de moda para algunas
personas. Para otras, estos dispositivos
son lo más de lo mejor. De verdad nos hacen falta estos dispositivos?
Ciencia o
ficción, es una realidad sé que
cuantifica en enfermedades por estar expuestos a campos electro magnéticos de
alta frecuencia, con un solo fin, lucrarse por nuestra salud.
Fuentes, xl semanal, google,
RD/ FLORENCIO/SQAMB abril de 2016